SALAMANCA: POR CAJAL Y LA CIENCIA

HOMENAJE A D. SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL

Elena Giné Domínguez

Elena Giné Domínguez – Universidad Complutense, Madrid

La figura de Santiago Ramón y Cajal y aportación al entendimiento del sistema nervioso son incontestables. Con tan solo un microscopio y tras incalculables horas de dedicación, Cajal estableció las bases de la neurociencia moderna, demostrando que las neuronas son entidades celulares individuales y describiendo el flujo de información en el cerebro. Sus descubrimientos, que le valieron el Premio Nobel en 1906, son la piedra angular de la neurociencia contemporánea y por ellos es considerado el padre de esta disciplina.

Si tuviésemos que homenajear a las personalidades más influyentes de la historia de la ciencia, Cajal ocuparía indudablemente un lugar destacado. Su legado trasciende la teoría neuronal, habiendo fundado una prolífica escuela de discípulos que, tras su fallecimiento, continuaron expandiendo el conocimiento del sistema nervioso y forjando la neurohistología, así como desbrozando el camino hacia la neurofisiología. Esta escuela, conocida tanto como la Escuela Neurohistológica Española, la Escuela de Cajal o de Madrid, es un fiel reflejo de su inmensurable contribución.

Sin embargo, en España, donde debería estar más presente su reconocimiento, enfrentamos la paradoja de subvalorar nuestros propios logros. El compromiso del presidente del gobierno de dedicar un espacio museístico al estudio del cerebro y a la obra de Cajal aún no se ha concretado, y con el ‘año de investigación Santiago Ramón y Cajal’ avanzando, y solo quedando 16 meses para su clausura, emerge la duda: ¿se cumplirá esta promesa? La expectativa es palpable, y la comunidad científica y cultural permanece a la espera, confiando en que la creación de un museo que honre a Cajal y su escuela no se demore más.


Descubre más desde Santiago Ramón y Cajal

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.


Gracias por comentar

Deja un comentario

Artículos relacionados

Descubre más desde Santiago Ramón y Cajal

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo